BTT en Zaragoza

Valetix escribió:ZARAGOZA-ALFAJARÍN-BALSA SALADA-VILLAMAYOR.

Llegó el primer fin de semana de invierno, pero lo hizo de forma sosegada, casi otoñal. Al contrario de lo que cabría esperar , por las fechas en las que estamos, no hizo frio, es más, incluso al final de la ruta sobraba ropa. Cierto es que a primera hora nos encontrábamos nieblas, algún paisaje escarchado, puentes resbalosos como la pasarela del Bicentenario, haciendo que aumentaramos la atención a nuestras pedaladas, con sus maderas blancas y la amenaza de que un despiste podría llevarte al suelo, pero todo se quedó ahí, casi en una anécdota.

Quedamos a las nueve menos cuarto en el azud del Ebro, la ruta prometía unas tres horas y media para su ejecución , por lo tanto, en principio, nos sobraba tiempo. La tarde de antes José H nos avisó de que le habían llamado para trabajar, en consecuencia no podría hacer la ruta con nosotros. Cedía el bastón de mando a Pascual, grande entre los grandes. Hombre enjuto, menudo, pero potente. En ocasiones me pregunto cómo un corazón tan grande cabe en un embalaje tan reducido. Lamentablemente nos avisó Luis , se le habían pegado las sábanas y tampoco llegaría a la cita, una gran pérdida, este muchacho realiza unos reportajes fotográficos dignos de mención. Luis, en la próxima contamos contigo.

Al final ocho titanes dispuestos a dar pedales. Entre nuestras filas Vicente, como invitado y una nueva incorporación, Nacho, delgado y callado, supongo que cuesta al principio vencer la vergüenza e integrarse, personalmente no creo que sea demasiado para sentirse uno más. Iniciamos la marcha por la vía verde, dirección La Alfranca, no tardamos en alcanzarla y , tras unos segundos de duda sobre que camino tomar, continuamos hacia Alfajarín.Habíamos empezado con un ritmo un poco fuerte, pero debido a que todos estábamos frescos y con ganas la cosa no supuso problema alguno. En llegando a Alfajarín hicimos una breve parada, a los pies de la subida al toro de Osborne. Se preguntó si alguien quería subir, dos no conocían el lugar, pero decidimos que para otra ocasión.

Pascual me había advertido, que el ascenso era largo, parecido al de Vallobera, incluso menos fuerte, pero eso si, largo. Arrancaba allí mismo, por lo cual , sin mas dilación empezamos la subida. Los kilómetros se sucedieron de forma angustiosa., según mi marcador, aquello tendría entre diez y once kilómetros . Si bien al principio se ascendía bien, a medida que se acusaba la distancia las fuerzas iban flaqueando y el coronar, aunque todos nosotros lo conseguimos, se hizo duro. El grupo acabó partiendose en dos, los más potentes a la cabeza, a un minuto o minuto y medio de distancia mientras que atrás nos quedamos David, Paco, Pascual y este su seguro servidor. Tengo que decir que todos ellos se dedicaron a acompañarme, a no dejarme solo, por lo tanto no puedo más que estar agradecido. Mencionar que , durante la subida, pasamos por debajo de unos cables de alta tensión que cruzaban el camino de una torre a otra. Estas cosas , como siempre, no se pueden apreciar dentro de la ciudad, los cables emitían un siniestro zumbido, grave, casi se podía sentir más que oir, estas cosas asustan, creo que son siniestras.

Después de llegar arriba, como decía y tras unos pocos sube y baja llegamos a la balsa salada, algo así como un charco grande . Foto de grupo , descanso para la barrita o el plátano y a seguir dando pedales. Yo pensaba que a partir de aquí llegaba la parte del descenso, me encontraba muy cansado y podía ver rostros de preocupación en algunos de mis compañeros, pero son gente resuelta, algo parecido a los tercios de Flandes, aguerridos y bravos hasta el final. Aquello seguía siendo un sube y baja, un terreno de esos que llaman “rompe piernas” y la necesitada parte del descenso, premio merecido, tardaba en llegar. El día se iba despejando, dejando ver un cielo azul e incluso , en medida de lo posible, haciendo calor. Estuvimos hablando sobre que la Sabina Milenaria se hallaba muy cerca del lugar, pasamos a visitarla, saliendo del track , otra foto todos juntos, todos sonriendo y más madera que es la guerra.

A partir de este punto tuvímos la pequeña mancha de la ruta, son cosas que pasan, a las que hay que estar acostumbrado, son los riesgos que corremos y que , al que se queda en el sofá de casa, no le pasan. En una bajada larga David reventó una rueda. Yo estaba a su lado, pude oir un sonido hueco, casi acuoso, un plop gordo que se produjo cuando este pasaba a todo trapo sobre una pronunciada torrentera. Su rueda trasera se desinchó al instante obligándolo a frenar al momento, yo , por la inercia , acabé unos metros más adelante y Paco, nuestro genial Paco, lider de el grupo pincipantes, se quedó a su lado para echarle una mano. Intenté avisar al resto del grupo, pero no me oyeron, Paco me pidió que siguiera y les avisara, pero sabía sobradamente que no los alcanzaría, llamé a un compañero por teléfono, pero se hallaban en plena bajada y no pudo atenderme, un sinfín de casualidades, capaces de dar al traste con la moral del más puesto. Insisto, cosas que pasan. Tras este inciso retomamos la marcha y alcanzamos al resto que estaban esperándonos, extrañados, preguntando qué había ocurrido, tras contarles la historia continuamos hasta Villamayor y de allí a Santa Isabel. Las fuerzas estaban justas, hay que pensar que salieron tan sólo 70 kilómetros, pero casi 500 de desnivel y recordar que el ritmo no había sido flojo. Alguno de nosotros se despidió , el resto acudimos al bar “la Barca” , que estaba lleno hasta los topes, allí acudió a vernos José H y tras la tertulia , como mandan los cánones, nos fuimos cada uno a nuestro hogar.

Ha sido el día del sorteo de Navidad y , si bien no nos ha tocado el gordo, aunque ha caido muy cerca, pensad que ya somos millonarios, tenemos familia, amigos, hijos, hay mucha gente que no puede decir lo mismo, todo ese amor no se paga con dinero, el año que viene será. Gracias a todos,por vuestro acogimiento, por vuestro coraje y por vuestro buen hacer.

V.