BTT en Zaragoza

Hora y lugar de quedada
8:30 h. Fuente de los Incrédulos.

https://goo.gl/maps/2Ue6cAtkAiDGX5Su8

Abro lista:

1- Vicen.
2- Vale.
3- Oscar N
4- Gocha
5-Andrés
6-Pascual
7-JavierE
8-MariaLuz
9-Jose H (Hasta donde el cuerpo aguante)
10- Miguelón
11-

Fotos

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Ruta 08/02/2020

Subida a la Muela.

“No ves que me he pasado la vida soñando...”. Miguel de Unamuno.


El día fue más frio de lo que me esperaba, al menos al principio. Las calles vacías se mostraban ligeramente difuminadas por una leve neblina que dotaba al entorno de cierto aire fantasmal, casi como si de un sueño o un recuerdo se tratase. Me dirigí al lugar de quedada, la fuente de Los Incrédulos , a las ocho y media de la mañana y donde, para sorpresa mía , llegué a hallar diez campeones. Entre los presentes Pascual, un veterano de tomo y lomo , toda la experiencia y toda la bondad servidos como la esencia, en frasco pequeño. Javier, discreto y simpático a más no poder y siempre con el track en sus haberes. Oscar, ya totalmente restituido de la caída que tuvo hace tiempo, pletórico de ganas y de actitud. Gocha, que poco ha poco se ha ganado un puesto en el pelotón y en nuestros corazones. Andrés, el querido Andrés, con toda la energía que le proporciona su juventud . Jesús llevando una sonrisa sempiterna en su cara. Por Miguelón tengo poco que decir, sabido es todo el cariño y respeto que le proceso.

Acudió también Marta, que es su segunda salida con nosotros, prudente y observadora, adaptándose al grupo. María Luz sonriendo siempre y sin saber que ella , más adelante , sería la protagonista de la anécdota del día. Ya se verá. Nuestro añorado José H que, sin estar repuesto del todo, se atrevió a realizar la ruta con nosotros bajo el intento de auto convencimiento de “mientras el cuerpo aguante”. Quiero decir que ya me imaginaba de antemano que acabaría toda la ruta, y este entre los presentes, su seguro servidor y que humildemente firma estas líneas.

Decidimos que ya era la hora , que arrancábamos y, poniendo ya el pie en los pedales, apareció Fernando. Juro por lo más sagrado que le fue por los pelos, cuenta sólo diez segundos más y allí no está ni el gato. Pero bueno, aunque Aristóteles diga lo contrario, en ocasiones la casualidad si determina tu destino. Se presentaba el susodicho vestido de oscuro, una breve barba ,ya mechada en canas , cubría su rostro. Se vislumbraba un tío potente (tal y como ratificaría más adelante conversando) mientras la prudencia marcaba su primera toma de contacto con nosotros. Esta vez si, arrancamos pues con el número completado a doce.

Rodábamos canal arriba, contra corriente, enseguida esa ligera neblina pasó a ser un puré de guisantes. El frio apretaba de verdad dejando , en los más de los casos, las puntas de los dedos de pies y manos ateridas. Marchábamos unidos, en cabeza Javier y Pascual guiándonos, atrás Miguelón, José H y yo, cerrando el grupo. Muy cerca de mi Andrés y Fernando, que nos sugirió que llamáramos “Nando” y que nos desveló que había hecho bici de carretera y que Valencia era su lugar de procedencia. Bienvenido seas “Nando” y que nos queden todavía muchos, pero muchos kilómetros por hacer juntos. El paisaje se fue cerrando de tal forma que el mundo en derredor dejó de existir. La niebla, como digo, nos invadía por todas partes haciendo aparecer sorpresivamente figuras a nuestro paso, ahora un runner, ahora alguien paseando a su perro.

Recuerdo cuando, de niño, mientras mi madre hacía lo que fuere en casa, me hallaba jugando en mi cuarto, solo, en mi mundo y, mirando al exterior a través de los cristales de la ventana, empavonados y perlados en gotas por la calefacción a butano, el mundo era algo que había desaparecido allí detrás devorado por la niebla. Dibujando monigotes con el dedo en el cristal y viendo como las gotas de agua condensadas hacían carreras para llegar abajo. Pero lo que en aquella ocasión fuera el calor del hogar en esta no se encontraba por ninguna parte. Frío, frío intenso en el ambiente, no así en nuestros corazones.

Llegamos a Plaza a un ritmo lento, seguramente demasiado. Nos lo estábamos tomando con calma aunque cabe recordar que en aquella dirección el piso es un falso llano, ya que es una leve cuesta arriba, leve pero constante. Enseguida por detrás del polígono y paralelos a la vía alcanzamos Centrovía. Aquello no ofrecía visos de mejorar. Cruzamos la zona y en un tris nos plantamos en la rotonda donde comienza ese “famoso segmento de Strava” y donde Paco Inés insiste en que arranque el cronómetro de la subida a la muela por aquello que se conoce como “los pinos”.

Ninguna novedad mi señor, ya se sabía de antemano quién arrancaría como un mulo y quién no. Decidí quedarme atrás con José, Miguelón y Pascual , este último , debido a su periodo de hibernación , todavía da visos de no estar al cien por cien y de tomarse las cosas con la calma pertinente. Decidí quedarme con ellos, ya habrá días para cronos y demás. Sabido es que en este grupo se pedalea, si, pero también que se priman otras cosas como la amistad, el ser equipo , el ser leal... Marché como decía , unos cientos de metros con ellos, pero enseguida me mandaron continuar. Al principio me negué, pero ante su insistencia y que yo soy un chico débil seguí marcha hacia arriba, ya nos encontraríamos al coronar.

Uno tras otro ganamos la cima, uno tras otro tocamos techo. Allí , como en cuenta gotas, nos íbamos reuniendo uno tras otro, con los rostros arrebolados por el esfuerzo y sobrando la mayoría de la ropa. Acabamos juntándonos todos de nuevo , excepto Marta que, tras un breve recuento y un rápido vistazo nos dimos cuenta que faltaba. ¿Dónde se hallaba esta mujer?, un breve periodo de incertidumbre hasta que al fin apareció juntándose con el resto. Nos pusimos a rodar otra vez enseguida. En esta ocasión Pascual nos propuso unas sendas , como siempre fuera de track, y que resultaron ser un corta fuegos entre el monte más salvaje y las fincas del lugar pero cuyo destino es el mismo que tomaríamos de todos modos, la bajada hacia María de Huerva. Allí arriba la niebla ya no era, ya había perdido su poder sobre nosotros y el sol reinaba en lo alto de un cielo despejado y azul. El paisaje por el trecho que nos enseñó Pascual se mostraba hermoso y verde, agreste y con cierto punto de salvaje o inexplorado. Nos llegamos al punto donde haríamos la foto de rigor y las barritas o plátanos que siempre solemos tomar y, desde allí, iniciamos la bajada. Es la de siempre, amena, divertida, trepidante, salvo un tramo en el que ahora están haciendo un nuevo campo de aero generadores, ya conocéis mi opinión al respecto, lo que por una parte da por otra lo quita.

Tomamos los caminos más que conocidos, después de reagruparnos abajo, que desde María nos vuelven a traer hacia Zaragoza. Una parte del pelotón marchaba adelante, otra un poco más atrás separados tan solo por unas decenas de metros. En esta parte última Gocha , José , Miguelón y yo y juro que no me di cuenta, que no se cómo fue o cómo pasó. Resulta que Mariluz rodaba también con nosotros cerrando el pelotón, pero , o nadie la echó en cuenta o nadie se percató de su posición. La cuestión es que en el momento de reagrupar resulta que no estaba, que la habíamos perdido. Ella prudentemente se quedó en el lugar , sin moverse. Enseguida José H y Pascual acudieron en su rescate y al poco volvieron con la pieza ganada. Los tres de nuevo junto al resto de nosotros. Desde aquí pedir disculpas y entonar el “mea culpa”, tanto a María Luz como a David.

Nos llegamos al CAR de Cuarte, que sigue cerrado , esto hizo que la cerveza cayera en la plaza del Ayuntamiento de la localidad , en una terraza regentada por chinos y en la que hacía un poquito de fresco, que demonios, bastante. Tras una animada charla, una ronda de chistes y de anécdotas nos volvimos al amor de nuestros hogares emplazándonos para la siguiente ocasión.

Si, me he pasado la vida soñando. Viviendo una ensoñación, una utopía en la que las personas son amables y confiables, gentes de buena fe. En la que el otro te devuelve una mirada limpia y cristalina desde unos ojos llenos de ilusión. Una vida en la que las intenciones se unen para conseguir un objetivo superior. Una vida en la que un grupo de amigos forman un grupo indivisible, pletórico de ganas ... ¿ o tal vez no sea una vida soñando si no una realidad a vuestro lado?.

Gracias.

V.

P.S. Mención especial en esta ocasión a Miguelón y su tiempazo subiendo la Muela, enhorabuena amigo mio. Así mismo a Gocha, cuídate esa rodilla y ya nos dirás que tal va. A José H, gracias por volver, nos tenías un poco huérfanos. A los nuevos participantes sed bienvenidos , gracias por aportar a este grupo ganas y buen ambiente. A todos los demás, gracias por ser como sois, por como os mostráis en cada ocasión. Siempre el Ritmo.

Valetix!!!
Te felicito tanto en la crónica como en la ruta

Ficha técnica:
Esta semana Valeriano, nos propone subir a la urbanización Alto de la Muela, por la cuesta de los Pinos.
La quedada en la fuente de los Incredulos. Fuente que mandó construir don Ramón de Pignatelli en el año 1786, para conmemorar que era posible la llegada de las aguas del canal Imperial a Zaragoza. Y que parece ser que los zaragozanos de la época no se lo acababan de creer.
En la fuente, con un día bastante fresco y con niebla, nos reunimos 12 Btteros.
Reaparece nuestro lidel José H.
La ruta pasa por el canal, por la parte posterior de Plaza, polígono Centrovía, y el Alto de la Muela. La vuelta por María, Cadrete y Cuarte.
Las fotos de José h, Gonzalo y mias . Y la magnífica crónica de Valeriano.
Curiosidades del día:
Paco Ines el lidel de los principiantes ha puesto un reto.
Subir la cuesta de los Pinos. Cuesta de casi 4'4 kms de y un desnivel del 4%.
De momento el jovencisimo Andrés, marco el mejor tiempo con 19:36 minutos. Y nuestro querido Miguelón, rebajó su marca en 6' , pasando de 36' a 30'.
La otra anécdota o curiosidad. Normalmente, seguimos el track previsto, pero, de vez en cuando nos lo saltamos . Somos así, que le vamos hacer.
El caso es que estando en María, nos desviamos del track, y cerca de Cadrete nos damos cuenta que falta Mariluz.
Contactamos con ella. Está en Maria. Hacia el recorrido original y nosotros no. Como dice Valeriano, disculpas.
Rápidamente, José H, Gonzalo y yo, nos dirigimos a María, nos reagrupamos. El otro grupo sigue hacia Cuarte, y nosotros por el camino original nos encontramos otra vez en Cuarte.
Parada para recuperar, con cervezas, refrescos, cafés y cacahuetes gentileza de Marta.
Saludos para todos y hasta la próxima.

Pascual!!!
Buena ficha técnica