BTT en Zaragoza

RUTA 17/05/19 Visita al pantano de Mezalocha.

Que hermoso es cuando todo sucede por casualidad, sin fechas, sin planes, sólo es una coincidencia... o es el destino.

La semana había sido revuelta, los días se fueron sucediendo con una serie de inesperados acontecimientos , como digo fruto de la casualidad, pero que de una forma u otra iban alterando nuestros planes, incluso dando al traste con ellos. Para empezar Andrés había sufrido una caída haciendo deporte y andaba con collarín seguido de cerca por Consuelo que nos decía que su brazo se hallaba en proceso de soldadura, pero un poco más lento de lo que cabría esperar, haciendo que su espera para volver a la normalidad se retrasara tal vez incluso por meses. Por otro lado Armando, que mandó una foto al Whatssap de Principiantes , una caída en el carril bici gracias sean dadas que sin incidentes mayores, pero que acabó saldándose con el casco reventado y las gafas de ciclismo magulladas. Bien , querido lector, seguro andarás preguntándote dónde anda lo hermoso que había citado al principio de estas lineas. Ten paciencia, sigamos caminando juntos y , si me lo permites, llegaremos a ese lugar , si me es posible te lo mostraré.

José H , por su parte , había propuesto una ruta “épica”, es decir, planteaba coger el coche hasta las piscinas de Perdiguera y desde allí visitar Monte Oscuro, San Caprasio y las trincheras Orwell. La llamada quedó desierta. Nos encontrábamos todos , por lo que se ve, con serias dudas y no por la ruta, sino por la climatología. Incluso yo, la noche anterior, me hallaba despierto a las cuatro de la mañana viendo por mi ventana como una lluvia de proporciones casi bíblicas inundaba las calles, desdibujando el paisaje de una forma grotesca.

Ves, hasta aquí llegan los sinsabores, a partir de este punto empieza lo hermoso, tu paciencia ha tenido su fruto. Como consecuencia de todo esto estábamos como pollo sin cabeza, hasta que Pascual nos propuso una salida de última hora, buscaríamos una ruta anti barro a Muel, con posibilidad de alargarse si fuere necesario. Paco Ines se sumó a la velocidad del rayo, subiéndola el al foro y contribuyendo con su granito de arena, de tal forma que sería conjunta, El Ritmo más Principianes (… cuando las cosas suceden por casualidad, sin planes...) . A las nueve de la mañana en la fuente de la Junquera nos reunimos doce guerreros, dispuestos a todo, con mono de bici y , sobre todo, con muchísimo “buen rollo” y ganas a raudales. Mención especial a Horacio, al que recuperamos después de su caída subiendo la Ermita de San Jorge , Vicente que volvía tras una pequeña ausencia por asuntos familiares en el extranjero , Toño al que hacía tiempo que no veía y Manolo que, cuando las horas de su trabajo se lo permiten, no duda en venir a dar pedales. Por lo demás , hasta completar el número, los de siempre, aguerridos y valientes queriendo pasar otra mañana de ruta.

Arrancamos pues dirección Muel, con un ligerísimo viento a favor, para mi sorpresa iniciamos marcha un poco fuerte de ritmo (como dije andaban con ganas de bici) y nos comimos los kilómetros sin sentir. El camino , en general, en buen estado, salvo un par de charcos aquí y allá, previsible por otra parte, pero nada ni nadie iba a detenernos esta vez. Ya en Muel alguien habló sobre las cuevas que se encuentran en ese lugar y , como muchos de nosotros no las conocíamos, entre los que me incluyo, para allá que fuimos. Es enseñar un trapito rojo y esta gente entra a todas. Las cuevas son en realidad los restos de una guía para el agua (no me atrevería a decir acueducto) que esta sobre elevadas , hay que recordar que la iglesia del nombrado parque se cimenta sobre los restos de un dique romano que, como Paco se encargó de recordarnos, era el más grande de la península y uno de los mayores del Sacro Imperio. Algunos se quedaron vigilando las bicis abajo, mientras los demás , andando esta vez, hicimos la incursión a aquellas “grutas”. Decir, que alguno de los tramos son angostos, hay que caminar muy agachado e incluso de esta forma no puedes evitar tocar con la cabeza en algún punto, oscuro como boca de lobo. Tanto es así que , quien podía andaba alumbrando con la linterna de su móvil buenamente , para guiar los pasos de los demás. No obstante y teniendo en cuenta que creo que los hombres no llegamos a madurar nunca del todo, un emplazamiento que merece ser visitado, que gozamos enormemente, no hay más que ver las caras de todos nosotros saliendo de aquel “túnel de la bruja”. Tras esto y un sinfín de fotos, continuamos ruta que por supuesto que estiramos hasta el pantano de Mezalocha. Este tramo se hallaba un poco peor, pero no por ninguna dificultad técnica, no, el problema era el barro (problema entre comillas, si entendemos que lo que hacemos nosotros es bici de montaña), manchaba nuestras piernas y nuestras monturas mientras pedaleábamos hasta alcanzar nuestra siguiente meta.

Me sorprendió mucho ver aquel embalse de agua como no lo viera anteriormente, lleno. Como he dicho en incontables ocasiones ha sido un invierno sin lluvias, incluso lo que llevamos de primavera, por alguna razón mi cabeza no acababa de coordinar aquello . No llueve y sin embargo el pantano está lleno, bueno, las cosas son como son y muchas veces no hay que hacerse más preguntas. Pequeño descanso, algo para reponer fuerzas, foto de familia , ronda de chistes y cachondeo y en marcha otra vez. El retorno fue brutal, íbamos bien de hora y todo auguraba que completaríamos en el bar sin ningún problema pero, por algún motivo, los compañeros empezaron a apretar y apretar, pese a que ese ligero viento ahora se nos presentaba en contra, de tal forma que, llaneando llegué a ver velocidades superiores a treinta kilómetros por hora. Siendo así ya cruzábamos los charcos sin piedad, bien es cierto que intentando encontrar una salida, siempre la hay, pero también sin preocuparnos demasiado, si este lo pillamos por el medio pues por el medio. Goterones de agua turbia escurrían por mis piernas y mi calzado, igual que por las de mis compañeros. El sonido de pegotones de barro volando por todas partes al salir del charco, salpicando nuestras ropas y pegándose a nuestras bicis (nota mental, la próxima vez cierra la boca Valeriano), de esta forma arribamos al Car de Cuarte donde nos regalamos con unas buenas pintas y Vicente tuvo a bien obsequiarnos con unas papas pos su pasado cumpleaños. Muchas felicidades amigo mio. Allí nos juntamos con unos pocos Teamers , incluido Félix, que andaban lamentándose también del barro y de que habían perdido parte de sus integrantes por el camino. Ronda de chistes, de las mejores jugadas de la jornada y propuestas para nuevas rutas , incluso para hacer alguna cicloturista juntos, y emprendimos camino a nuestros hogares , felices y contentos como siempre.

Aquí mis compañeros pararon para lavar las bicicletas, yo no pude , tenía algún asunto familiar que resolver y seguí marcha para mi casa, acompañado de Enrique y de Arturo, recordar lo fuertes que están los dos asi que me pegué a sus ruedas y , como pude, a casita.

Entiende pues, estimado lector, que creo firmemente que muchas veces las cosas mas hermosas salen sin planear, de una forma espontánea el destino se muestra favorable , sonríe y te abraza y hace que todo vaya a favor. Vivamos la vida de esta forma, hagamos los planes necesarios, pero solamente esos, los demás.... nos dejaremos llevar a donde el viento quiera.

A los que faltasteis, sabed que se os echa en falta.

Gracias.

V.

MAGNÍFICA CRÓNICA !!!
En letras mayúsculas grandes

Grande Vale. Vas a tener que ponerte en una mesa a firmar las crónicas.

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