BTT en Zaragoza

Fotos de Pascual, Luis y Jose H

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VÉRTICE GEODÉSICO “HERMENEGILDOS” 19/01/19

Hay veces que es muy fácil escribir, las palabras brotan como un torrente, una tras otra, perfectamente encadenadas, llevando a una historia sutil y atrayente. Por el contrario hay ocasiones en las que no, hay que exprimirlas, retorcerlas, obligarlas a nacer, forzarlas a acudir y sobre todo a que lleven sentido. Hoy de nuevo , aquí, frente a este lienzo en blanco que es mi ordenador, me enfrento a este muro preguntándome cómo acabará esta historia, a dónde nos llevará. Vamos a verlo.

Luis nos había reportado buen tiempo para este Sábado, una vez más no se equivocó, el sol nos acompaño todo el viaje y , si bien al principio de la mañana hacía frio, al llegar el mediodía ya no. Quedamos en esta ocasión a las nueve menos cuarto en este hotel que es tan feucho por fuera pero no por dentro, se halla en el cruce entre el camino de Los Molinos y la avenida Alcalde Caballero. Juntos trece ciclistas para enfrentarnos a la ruta que , en esta ocasión, prometia ser bastante dura. Iríamos al vértice de los Hermenegildos, declaraba por tanto casi setenta kilómetros y unos trescientos cincuenta de desnivel, también se había comentado la posibilidad de alargarla diez más por unas sendas de la zona, finalmente se desistió de esta opción, creo que con lo que el track nos ofrecía teníamos más que suficiente. Por cierto y antes de que se me olvide, se llama Hotel GIT Ciudad de Zaragoza. Bueno, retomemos el hilo, entre los asistentes los de siempre y alguna cara que siempre es agradable volver a ver, vino Sebas, al que llevábamos unos días sin ver y que muchas veces considero que es como nuestro angelillo de la guarda particular, siempre dispuesto y siempre amable. Vino Alberto, vistiendo de rojo, alguien que lleva un par de ocasiones acudiendo y por supuesto que es bienvenido, vino Javier S. un tío enjuto y preto y que tira en ocasiones como un auténtico pro, volvió a salir Luis, que gran placer volverlo a ver por aquí y vais a disculparme pero de algún nombre no consigo acordarme.

Arrancamos dirección Villanueva de Gállego, por el mismo camino de Los Molinos, con prudencia, contando que, si bien la trazada no tiene ninguna dificultad, no hay que olvidar que , aunque leve, es una cuesta arriba constante, esto hace que la pedalada vaya un poco atrancada, que continuamente tengas que añadir un 20% extra a cada empujón, no mata, pero vamos , hiere de muerte. Por el camino nos alcanzó otro Alberto, que ya viniera con nosotros en otra ocasión como la de Rodén y que en la pasada salida se quejaba de sus posaderas debido a su tiempo de inactividad, esta vez totalmente repuesto, alto el y vestido de negro. Simpático como siempre, esto elevó nuestro número a catorce. Alternábamos tramos de tierra , de los que somos habituales, con alguno de asfalto, esta parte del recorrido nos es muy familiar a cualquiera de nosotros, la mañana pintaba bien, aunque hacía fresco el cielo estaba azul y sobre todo no hacía viento. Ya en las inmediaciones de Villanueva nos encontramos con otro ciclista que resultó que era de los “china-chana” Patrik creo recordar que era su nombre y también se nos unió , de esa forma ya fuimos quince.

Siguiente objetivo las cercanías de Zuera y sus famosos montes. Durante la marcha tuve oportunidad de compartir camino con varios compañeros, a cual mejor , a cual más grande. Paco Ines, voluntad, buen humor, simpatia y un corazón de oro, Pascual me deja sin palabras, no se que puedo decir de esta persona que no haya dicho ya, José H grande entre los grandes, alquien a quien es muy facil coger aprecio, Vicente al que le debo casi todo lo que soy subido a una bici, Miguelón, grande por fuera y grande por dentro, Luis el tesón hecho persona. En esta ocasión, el citado Luis se quejó de frio en sus manos, a mi se me presentó un poco extraño , partiendo del punto que, al mirarlo , resulta que llevaba guantes de nieve y que en esta vez no hacía demasiado frio, bueno, en cualquier caso, chistes, risas y alguna charla técnica de la que se aprende un montón y los kilómetros se iban pasando sin darnos apenas cuenta.

Los problemas no tardaron en aparecer, resulta que al acercarnos a nuestra meta los tracks no coincidían, y sobre todo, por donde marcaban todos ellos no había camino alguno.Se inició un periodo de exploración, unos tiraron por un lado y otros por otro para intentar encontrar solución a ese parón , al final resultó que si, que no había camino para llegar al dichoso vértice, por lo tanto bicicleta de montaña en estado puro, tiramos por el medio de campos, saltando ribazos y zonas yermas, llenas de abrojos y plantas secas, cuestas imposibles que a alguno , si no a todos , nos hizo echar pie a tierra y , hasta en alguna ocasión, bici al hombro. Pero hasta esto tiene su encanto, sobre todo leyendo entre lineas el tesón y la entereza de todos mis compañeros dispuestos a llegar a destino a cualquier precio. Al pasar por un punto leí un cartel, pequeñito, discreto, ponía “prohibido abejas” , ridículo, pensé yo, cómo les vas a prohibir a las abejas pasar por aquí si no saben leer ,al momento se lo hice saber a los demás , me dijeron, no has leido bien, pone “peligro abejas”. No haré más comentarios. Aquí Alberto, el de rojo, nos abandonó, se volvió para su casa, que se le hacía tarde dijo, nos quedamos los que nos quedamos hasta que al final dimos con el vértice. Como manda la ley, foto de grupo, plátano o barrita , un poquito de parada para admirar el paisaje, cachondeo inevitable y vuelta a casa pasando primero por un bar.

Decidimos seguir las instrucciones de Pascual, su track prometía una vuelta relámpago, hacia el Zorongo y de allí a Zaragoza. Así fue, el trayecto de regreso cómodo , rápido, lo que en la ida nos costó algo más de dos horas a la vuelta nos lo ventilamos en una ,los más fuertes empezaron a pedalear con ahinco, tanto es así que había puntos en los que literalmente se perdían de vista, los menos, aunque cada vez tiran más los condenados , dándolo todo para mantener el tipo y porque aquí no se rinde nadie y el ritmo lo marca el último. En el zorongo pudimos ver esa pequeña pista donde prueban aviones de aeromodelismo, chulísimos. Hicimos ese pequeño tramo de carretera con sumo cuidado, respetado en todo momento la fila y aguantando pegados al arcén, hay que decir que los coches nos respetaron en su totalidad. Las caras iban acusando cansancio, al final la ruta había tenido cierta dureza, aquellos kilómetros cuesta arriba, así como la subida al punto geodésico no dejaban de pasar factura, nos apresuramos para acudir al bar a tomar una cervecilla y a despedirnos de forma consecuente y educada.

Hicimos nuestra sentada en el bar “Jaser 2” , tengo que decir, como es preceptivo, que en esta ocasión no se tomaron demasiadas medidas en atendernos, pero bueno. Estando en estas pasó por ahí Rober con un compañero de BTT Zaragoza, sopresa agradablemente mayúscula, a ver cuando vuelve a salir con nosotros, un lujazo que estamos esperando. Desde allí desandamos nuestros pasos y a casita, ducha y a comer. Otro día completo, otro día fantástico.

Como colofón final sólo diré que estas personas son admirables en extremo, todos y cada uno de ellos da lo mejor que tiene y a ti, como siempre lector, darte un consejo si me lo permites, nunca dejes que nadie te diga que no puedes, nunca te rindas, nunca des un paso atrás. Este deporte no consiste en ganar, es ganar de lo que uno lleva adentro, sufrir, esforzarse, luchar y mejorar. Estas son nuestras máximas, ahora y siempre. Gracias a todos.

V.

Gracias Valetix por estas magnificas crónicas !!!

Un placer en rodar con todos vosotros, y que gran alegría en reencontrar viejos conocidos.