BTT en Zaragoza

Actividad organizada por BTTZaragoza CC

Propuesta de ruta para el Sábado 15 de Enero:

Sabina milenaria/ Trincheras de los Petrusos 60 kms más o menos.

Proponemos para esta semana una ruta de importantes visitas. Por una parte la famosa Sabina de Villamayor, un árbol de dos mil años y que representa lo que queda de un bosque del que dicen que salió la madera para los barcos de la Armada Invencible. Después pasaremos por las trincheras de Los Petrusos , vestigios de nuestra pasada guerra civil y restos de la memoria histórica de Aragón. AEMET nos vaticina un fin de semana tranquilo. algo fresco, con unas temperaturas mínimas de -3 y máximas de 11 y un ligerísimo viento de 10 kms /h de componente Norte. No se te olvide venir abrigado. Es un recorrido de dificultad física moderada y técnica leve a muy leve.

LA RUTA PUEDE SER MODIFICADA A PETICIÓN DE LOS ASISTENTES.

HORA Y LUGAR DE QUEDADA:

Azud del Ebro a las 8.30 h.

https://goo.gl/maps/3Frk9kbjYF1FKSHd7

LUGAR DE FINALIZACIÓN:

El mismo, sobre las 14 h, seguro que antes.

No os preocupéis por los kilómetros y el desnivel por que nadie se quedará solo. Quien quiera venir ya sabe, se apunta y a pedalear.

Ojo!!! El ritmo lo marcará el último

MÁS INFORMACIÓN EN EL TRACK:

https://es.wikiloc.com/rutas-mountain-b ... s-77200056


SE RECOMIENDA EL USO DE MASCARILLA O AL MENOS LLEVARLA ENCIMA POR SI PUDIERA HACER FALTA. OBLIGATORIO RESPETAR SIEMPRE LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD.

Anímate es una ruta sencilla y aquí no se queda nadie solo

Azud 8,30 h
Abro lista:
1- José H

Azud 8,30 h
Abro lista:

1--Vale
2—Alfredo
3 - Quintín
4- José H
5- Humberto

Azud 8,30 h
Abro lista:

1--Vale
2—Alfredo
3 - Quintín
4- José H
5- Humberto
6- JavierE

Mañana de mucho frío

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Ruta 15/51/2021 Sabina milenaria, trincheras de los Petrusos.

Nos encontramos.

“De qué sirve el calor del Verano sin el frío del Invierno para darle dulzura”. John Steinbeck.

Lo más duro del Invierno nos está golpeando. Andamos sufriendo sus embates, uno tras otro, de forma estoica. Con la abnegación y entrega propias de un espartano , dispuesto a dar su vida por Grecia ante los turcos . No obstante unos pocos continúan al pie del cañón, dando alma y vida a el Ritmo.

De esta forma nos hallamos en el punto de reunión José H, alma mater del grupo, Javier E con su alto grado de educación y saber estar, Alfredo M y toda su alegría y ganas , Quintín al que hacía un tiempo que no veíamos y que se había decidido a volver con nosotros y cerrando el grupo, este su seguro servidor. Poco tiempo antes de la salida nos había mandado un enigmático mensaje por whatsapp Humberto. No acudiría para pena de muchos. Decía en sus líneas que si bien el asunto no era grave, en cambio si era importante. Algo de última hora , que le cogía incluso ya cambiado , con la mochila de hidratación en la espalda, pero que le impedía salir . Hoy , a toro pasado , ratificaré las palabras de nuestro compañero y amigo diciendo que si, que no era grave pero si importante.

Arrancamos pues por un terreno helado siguiendo la vera del río Gállego para tomar enseguida dirección Montañana y Villamayor. Bien es sabido que la Sabina que andábamos dispuestos a visitar se halla en las inmediaciones de esta citada localidad.

José se afanaba en tomar sus fotos y vídeos todo lo que el tiempo estaba listo para dejarle. Las bajas temperaturas andaban afectando las baterías de sus dispositivos . Se encontraba pues en una guerra con el frío que no estaba dispuesto a perder. La gélida mañana nos atacaba con temperaturas por debajo del cero , esto también mermaba nuestras fuerzas y nuestras ganas. Yo llegué a sentir helados las puntas de los dedos de manos y pies y te aseguro que voy bien abrigado.

Un cielo de un azul desvaído reinaba sobre nuestras cabezas mientras un suelo perlado en blanco alfombraba nuestro caminar. Las ruedas de mi bicicleta brillaban por el hielo y hacían saltar distraídos , cientos de diamantes al aire.

El sol comenzó a hacerse notar, pero era una acción estéril. Un astro sin apenas fuerzas, con más buena voluntad que ganas y que sólo consiguió subir los termómetros un par de vergonzosos grados. Allí el terreno comenzó a mostrarse ascendente. Tampoco eran unas cuestas de morir, pero después de estas vacaciones Navideñas, de todo el turrón y de todo el tiempo que hemos estado vagueando cualquier cosilla se hace un mundo. Enseguida llegamos a la sabina. Hicimos una breve parada en la que , sorpresivamente , nuestro número se elevó en uno. Se nos unió Pepe, un hobre con el maillot de BTTZaragoza y que se conocía la zona al dedillo. Nos comentó que andaba saliendo esporádicamente con uno y otro grupo. Que se apuntó a una salida con el nuestro pero claro, fue justo cuando empezó lo de la pandémia y ya sabemos lo que ocurrió.

Dimos por finalizada una breve visita a ese famoso árbol, hubo incluso quien dijo que lo veía más pequeño que en otras ocasiones pero claro, hay que saber que se halla desprovisto de hojas en esta parte del año y que de esta forma posee un aspecto escuálido y demacrado, más como una planta muerta que como un árbol con vida.

Nuestro número por lo tanto se había elevado a seis, el terreno seguía mostrándose en subida y a mi me estaba tocando pasarlo especialmente mal. Me habían puesto la tercera dosis de la vacuna y en esta ocasión me estaba afectando un poco. La sensación , en rasgos generales , era debilidad , dolor de cabeza y muscular. Como cuando te estás enfriando. Eso dotaba mi marcha de una pesadez extra en cada pequeña cuesta arriba. Nos llegamos a las trincheras y nos alcanzó mientras hacíamos el descanso un aguerrido ciclista que marchaba en solitario . Reiniciamos nuestro andar tras un refrigerio y las fotos de rigor sabiendo que ya tocaba camino de vuelta. Este se nos ofreció mucho más generoso. Las cuestas abajo, largas y tendidas , se sucedían proporcionando velocidades altas y comodidad en la marcha. Al poco empezaron a alcanzarnos ciclistas.

Nos encontramos.


Un grupito tras otro, delgados, con piernas fuertes, todos unos tigres y cerrando el pelotón Félix Q. Mantuvimos una breve conversación, un saludo muy cordial con varios miembros de los Team que, en cuanto nos descuidamos, habían desaparecido en lontananza. Tengo que decir que si, que los vi parados en un momento dado, yo pensé que andaban decidiendo que camino tomar en el siguiente cruce, pero no. De esto me enteré varios días después, todo aquel que me conoce un poco sabe lo despistado que soy , por lo que se ve uno de sus miembros más jóvenes andaba teniendo algún problemilla de resistencia y habían refrenado su marcha para que este se recuperara. Grandes estos compañeros que se producen con todo el honor y saber estar que este nuestro club merece. Todo un ejemplo.

Abandonados ya a nuestra suerte seguimos rodando por aquellos páramos congelados. La vuelta estaba siendo más animada mientras entre risas debatíamos si tomaríamos cerveza o café en la parada del bar.

Las sensaciones eran buenas a pesar del frio , la rodada era ágil , sin pausa. El retorno se estaba realizando sin mayores inconvenientes hasta que encontramos el charco. Un lodazal de barro congelado que se comportó de manera a la que no estamos acostumbrados.

Unos buenos pegotes de arcilla, al borde de ser sólida , pero que no lo era. Crujía a nuestro paso y se adhería como pegamento a nuestras monturas. Pedazos de barro saltaban por todas partes , salpicándolo todo. Pegotes que te hacían recordar la importancia de cerrar la boca a tiempo y que llenaron nuestras ropas y monturas de visibles manchones. Imposible de evitar, no había ruta alternativa, el paso estaba franqueado por aquella poza de inmundo limo.

Bueno, nada especial, los ciclistas de montaña nos manchamos en ocasiones.

Llegamos a capital, nos fuimos a nuestro bar “de siempre” a la Barca, allí al final cayeron cafés con leche bien calentitos e incluso algún cola cao y , tras la ronda de chistes y de anécdotas que siempre nos acompaña y rubrica nuestras quedadas, volvimos al hogar.

Mención especial a Miguel, que anda estos días malito. Se de muy buena tinta que enseguida volverá a filas, cuídate mucho Miguel.

Humberto a veces hay cosas que es mejor no tocar.

A todos los demás, sabed que se os hecha de menos, que espero volver a veros pronto.

Gracias,


V.

Muchas gracias por la crónica